Desde hace ya buen tiempo, y más aún desde que decidí lanzarme a esta maravillosa aventura de preparar y vender mis rocotos rellenos para delivery, procuré siempre buscar a mis proveedores de insumos entre lo mejor, gente de mi total confianza, aquellos que sé que siempre van a ofrecerme sus mejores productos, los de mejor calidad, los más frescos... Y he tenido la suerte de haber encontrado en ellos no sólo a magníficos colaboradores, pues de ellos depende también la calidad del producto que finalmente les ofrezco a todos ustedes, si no también a magníficas personas a la que hoy puedo llamar amigos. Desde mi casera de hace años, Rosita, quien me trae siempre los mas gordos y ricos rocotos, mi ingrediente principal, hasta el señor Juvencio que me vende las pasas, o Edwing, quien trae hasta mi propia puerta el queso más rico, o Miriam, mi asistente en la cocina, estas maravillosas personas se han convertido también en parte importante del éxito de este sueño... Por eso hoy quiero recordarlos especialmente y agradecerles su gran colaboración. Porque si hay algo que quiero dejarle de legado a mis nietos, es enseñarles la importancia de ser agracedidos en la vida, de reconocer el gran valor de la gente que nos rodea y nos brinda su ayuda, por más pequeña que esta parezca, y el saber reconocer que el éxito de nuestro trabajo muchas veces no se basa sólo en nuestro propio esfuerzo, si no también en el compromiso y apoyo de aquellos a quienes le damos nuestra confianza y escogemos para ser parte de nuestro equipo, de nuestra familia.
El propio esfuerzo diario de esta buena gente, trabajadora, alegre e incansable, es el mejor motor y el mejor estímulo para sacar adelante esta pequeña empresa y seguir llevándoles a ustedes mis Rocotos Rellenos Gourmet.
A todos ustedes queridos amigos y colaboradores... muchas gracias!
